Los beneficios económicos de la telefonía móvil son evidentes, ya que está previsto que aporte 65.000 millones de dólares a la economía australiana de aquí a 2023. Las tecnologías móviles impulsan la productividad y sus beneficios económicos van más allá de la actividad directa del sector móvil para repercutir en la economía en general, incluidos los sectores industrial, minorista, agrícola, del transporte y sanitario.