Investigación sobre los efectos del 5G en la salud

Las frecuencias electromagnéticas utilizadas para la 5G forman parte del espectro de radiofrecuencias, cuyos efectos sobre la salud se investigan ampliamente desde hace décadas.

La 5G funciona a una frecuencia más alta que las anteriores redes 4G, por lo que puede transportar más datos pero no puede viajar tan lejos. Esto significa que tendrá menos impacto en el cuerpo humano que cualquier red anterior. Ya se han realizado más de 50 años de investigación científica sobre los posibles efectos en la salud de las señales de radio utilizadas para los teléfonos móviles, las estaciones base y otros servicios inalámbricos, incluidas las frecuencias previstas para las exposiciones 5G y mmWave.

La Agencia Australiana de Protección Radiológica y Seguridad Nuclear (ARPANSA) afirma:

"Esta red funciona actualmente con ondas de radio similares a las utilizadas en la red 4G actual, y en el futuro utilizará ondas de radio con frecuencias más altas. Es importante señalar que frecuencias más altas no significa una exposición mayor o más intensa. Las ondas de radio de mayor frecuencia ya se utilizan en las unidades de control de seguridad de los aeropuertos, en los radares de la policía para controlar la velocidad, en sensores remotos y en medicina, y estos usos se han probado exhaustivamente y se ha comprobado que no tienen efectos negativos en la salud humana."

 

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