El primer teléfono móvil de su hijo

La Navidad es una época emocionante en la que muchos niños reciben su primer teléfono móvil. Las familias compran un teléfono nuevo o pasan los antiguos a nuevos dispositivos.

Si estás pensando en regalar a tu hijo su primer teléfono, antes de entrar en las diferentes marcas, modelos y contratos, es importante que tengas claro cómo lo va a utilizar y en qué beneficiará a tu familia.

Aunque la principal razón para que su hijo tenga un teléfono puede ser la seguridad cuando se desplaza de forma autónoma a la escuela o a otras actividades, los teléfonos inteligentes también ofrecen otras ventajas, como hacer los deberes, acceder a programas favoritos, hacer fotos y vídeos, jugar y mantenerse al día con los amigos y otras comunidades.

A la hora de comprar un dispositivo móvil a los niños, los padres son los más indicados para saber cuándo están preparados. Según un nuevo estudio de la Autoridad Australiana de Comunicaciones y Medios de Comunicación (ACMA), casi la mitad (46 %) de los niños australianos de entre 6 y 13 años utiliza un teléfono móvil, frente al 41 % de 2015.

Independientemente de la edad, si le compras a tu hijo su primer teléfono estas Navidades, deberías hablar con él sobre cómo utiliza su dispositivo y trabajar juntos para entender cómo gestionar su uso de forma segura.

La Asociación Australiana de Telecomunicaciones Móviles (AMTA) presenta cinco sugerencias clave para que los padres tengan en cuenta a la hora de dar a sus hijos su primer teléfono móvil:

 

1. Conozca los controles parentales disponibles

Los niños de hoy crecen rodeados de tecnología móvil y de todo lo que esta ofrece. Aunque los beneficios de la tecnología son evidentes, hay algunos aspectos del uso de los teléfonos inteligentes y del acceso a Internet que exigen tanto la concienciación como el compromiso de padres y cuidadores.

Es importante mantenerse informado y dialogar activamente con los niños sobre el uso que hacen de los dispositivos móviles.

Antes de entregar el teléfono que permite a tu hijo acceder a Internet, deberías mirar qué tipo de controles parentales puedes activar en el teléfono.

Los controles parentales le permitirán restringir el acceso a contenidos inapropiados, así como restringir el uso de aplicaciones o incluso restringir el uso a determinadas horas del día. Aunque los controles pueden establecerse a nivel de dispositivo, también hay varios paquetes de software disponibles que permiten establecer controles en la wi-fi doméstica o en todos los dispositivos utilizados por la familia.

Los sistemas operativos (incluidos Apple y Android) también incorporan controles parentales que pueden ayudar a limitar el acceso a contenidos de Internet, así como a establecer parámetros de uso y aplicaciones.

Aunque estas herramientas pueden ser útiles para mantener a salvo a los niños, también es muy importante estar al tanto de cómo se relacionan sus hijos con el mundo en línea: qué hacen en línea y cómo utilizan todos los dispositivos digitales a los que tienen acceso.

 

2. Proteger la intimidad de su hijo

Es imprescindible asegurarse de que su hijo entiende cómo gestionar de forma segura su privacidad en el teléfono móvil y ayudarle a hacerlo.

Cuando tengan su primer teléfono móvil y lo configuren, explíqueles juntos cómo gestionar su información privada y sus contraseñas. Háblales de que solo deben dar su número de móvil y sus datos personales para aplicaciones de mensajería y redes sociales a amigos de confianza que conozcan en la vida real y en los que confíen.

Cuando se trata de redes sociales, es esencial que no compartan el PIN de sus dispositivos ni las contraseñas de sus cuentas, ni siquiera con sus amigos. Estas medidas de seguridad son fundamentales para garantizar la seguridad del teléfono y de las cuentas. Cuando utilicen las redes sociales, deben ser conscientes de que no deben compartir demasiada información personal en sus publicaciones, como su dirección, el nombre de su centro de estudios, su ubicación actual o sus planes de vacaciones. También deberían considerar la posibilidad de limitar su lista de amigos en las redes sociales y configurar su perfil como privado, de modo que su perfil y sus publicaciones sólo puedan ser vistos por las personas que conocen y quieren que los vean.

Lo más importante es que hable con su hijo sobre el peligro de los desconocidos en Internet. No todo el mundo es quien dice ser en Internet. Por desgracia, hay personas que pueden hacerse pasar por otras, incluso en juegos y foros en línea, por lo que es esencial que trabaje con su hijo para ayudarle a entender que no debe conectarse ni responder a nadie en línea a menos que realmente lo conozca.

 

3. Establecer límites de tiempo de pantalla

El tiempo de pantalla se ha convertido en una parte normal de la vida de la mayoría de los niños y adolescentes. Cuando le des a tu hijo su primer teléfono, debes tener en cuenta cómo gestionarás su tiempo frente a la pantalla.

Además de acceder a las herramientas del dispositivo, los padres pueden negociar límites de tiempo frente a la pantalla en función de las necesidades de sus hijos y gestionar el tiempo frente a la pantalla sustituyéndolo por otras actividades no relacionadas con la tecnología o la pantalla, como la actividad física, la lectura, el juego creativo y el tiempo social con la familia y los amigos.

Como parte de la gestión del tiempo frente a la pantalla, también es importante que los padres y cuidadores den ejemplo en términos de tiempo frente a la pantalla.

 

4. Comprender el ciberacoso

Los niños de hoy dominan la tecnología. Es posible que tus hijos sepan mucho sobre móviles, aplicaciones y redes sociales. Pero también hay mucho que puedes hacer para ayudarles a ser conscientes de problemas como el ciberacoso y ayudarles a entender cómo usar sus móviles de forma segura y responsable.

El ciberacoso es más frecuente a finales de la escuela primaria y principios de la secundaria y muchos jóvenes lo han sufrido, por lo que vale la pena hablar con su hijo sobre cómo gestionar el ciberacoso, incluso pidiéndole que le cuente si le preocupan los comportamientos en línea.

Hable con sus hijos sobre cómo utilizan su teléfono para comunicarse con la gente y familiarícese con las herramientas y ajustes de privacidad de estas plataformas para asegurarse de que sus hijos las utilizan adecuadamente y pueden protegerse.

Antes de dar a un niño acceso a un teléfono, también es bueno enseñarle las muchas formas de ciberacoso y cómo debe tratar a un ciberacosador si alguna vez es el blanco. Aconséjales que no respondan al ciberacoso, sino que mantengan la calma y te avisen cuando ocurra, para que puedas planificar los pasos a seguir, como eliminar la amistad o bloquear a la persona o informar a su colegio.

Mantener una línea de comunicación abierta con su hijo sobre todos los aspectos del entorno móvil y de Internet, incluidas las posibles preocupaciones, puede ayudarle a sentirse cómodo para acudir a usted cuando se sienta incómodo por algo como un ciberacoso.

Es bueno volver a hablar del ciberacoso y la ciberseguridad con regularidad para mantener abiertas las líneas de comunicación y recordar que, a medida que sus hijos crecen, los problemas a los que se enfrentan en la red seguirán cambiando.

 

5. Conocer la política escolar sobre teléfonos móviles

Los dispositivos móviles son una forma útil de comunicarse rápidamente con sus hijos en caso de emergencia. Afortunadamente, esto es poco frecuente. A menudo se expresa preocupación por el posible uso indebido de los dispositivos móviles en la escuela, que podría interrumpir el aprendizaje o hacer que el entorno sea menos seguro para los alumnos.

Los departamentos estatales de educación, los directores y los administradores de los centros escolares, en consulta con las partes interesadas pertinentes, son los más indicados para determinar las políticas adecuadas para el uso de teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles en la escuela y en las aulas. Así pues, ponerse en contacto con la escuela de sus hijos para conocer las medidas y políticas que aplican le ayudará a saber si se les permite llevar el teléfono a la escuela o cómo y cuándo se puede utilizar en ella, sobre todo si alguna vez necesita localizar a su hijo en caso de emergencia.

El uso de dispositivos móviles en las escuelas es cada vez más común como herramienta para impartir educación, por lo que aprender a manejarlos con eficacia es una habilidad valiosa que los alumnos deben aprender. Si has establecido límites y has ayudado a tus hijos a desarrollar buenos hábitos con el móvil desde el principio, esto ayudará a garantizar que sus teléfonos sean una parte positiva de su vida en casa y en la escuela.